Desayuno, almuerzo, merienda y cena. Se indican cuatro comidas porque es la manera de distribuir, en forma proporcional, las calorías. Así, a lo largo del día, dividimos la energía y los nutrientes que nuestro organismo necesita para mantener el orden metabólico, favorecer la asimilación de nutrientes y asegurar un buen estado de salud.